En 1790, la Constitución civil del Clero dio al estado el control de la Iglesia en Francia. Los sacerdotes y religiosos debían prestar juramento de fidelidad a la Constitución bajo pena de exilio, de encarcelamiento y hasta de muerte.
La mayor parte de los Hermanos se negaron y tuvieron que abandonar sus escuelas y comunidades, y esconderse, el Instituto ya no tenía estatuto legal.
El Hermano Salomón era en esa época secretario del Hermano Agathon, Superior General, después de haber sido maestro, director, ecónomo. Manifestó siempre gran amor por las almas y gran abnegación en sus tareas. Habiéndose negado a prestar juramento, vivía solo en París en la clandestinidad. Conservamos de él numerosas cartas que escribía a su familia. La última lleva la fecha del 15 de agosto de 1792. Ese mismo día fue arrestado y encerrado en el Convento de los Carmelitas transformado en prisión, junto a numerosos obispos, sacerdotes y religiosos. El 2 de septiembre casi la totalidad de los prisioneros fueron exterminados, pasados a cuchillo en los locales y el jardín del Convento.
Fue beatificado el 17 de octubre de 1926 junto con 94 compañeros del martirio en el convento del Carmen.
Fue el primero de los Hermanos de las Escuelas Cristianas de La Salle en ser mártir y también el primero de los mártires de esa Congregación en ser beatificado.
El Santo Padre Francisco recibió el 9 de mayo de 2016 al Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal Angelo Amato y autorizó la promulgación del decreto sobre el milagro atribuido a la intercesión del Hermano Salomón.
El Hno. Salomón Nicolás Leclerc nació en Boulogne-ser-Mer, Francia en 1745. Entrado en el Noviciado de La Salle en 1767. Después del derrocamiento de la monarquía, al comienzo de la Revolución francesa, el blanco siguiente fue la Iglesia.